¿Quién es Jesús y qué significa Él para mí?

Las preguntas que nos gusta hacer sobre Dios son interminables: “¿Es Dios real? ¿es cierto lo que sabemos de Él? y ¿qué tiene que ver Él con mi vida?, solo por nombrar algunas.


Jesús elogia la confesión del apóstol Pedro como “el Mesías, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16), porque Jesús sabía que quien Él es – y podría ser para nosotros – tiene el poder de cambiar nuestras vidas. Jesús es tan único porque dos mundos se unen en él: el cielo y la tierra, lo divino y lo humano.


Sí, su nombre es el nombre por sobre todos los nombres, y su poder para crear estrellas, calmar tormentas y obrar milagros es insuperable. Sin embargo, también es el Jesús humano, el amigo personal que sabe por lo que estamos pasando y se preocupa por nosotros. Por eso la Biblia también lo llama “Emanuel”, Dios con nosotros.


A menudo nos descalificamos del amor de Dios por nuestra historia, nuestros fracasos y defectos. El pecado nos separó de Dios y nunca podremos compensar nuestro pecado por medio de nuestra propia superación o de nuestras buenas obras. Entonces, ¿cómo podemos aceptar lo que no nos hemos ganado? La Biblia dice que nada en toda la creación puede separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús nuestro Señor. Y aceptar el amor de Dios es confiar en su actitud paciente, indulgente y misericordiosa hacia nosotros. Sólo Él tiene el poder de librarnos de la culpabilidad, vergüenza y condenación para darnos una vida plena. Todo lo que tenemos que hacer es volvernos hacia Él.