Hablo como hombre

"YO, PABLO, LLAMADO A SER APÓSTOL DE JESUCRISTO POR LA VOLUNTAD DE DIOS, y el hermano Sóstenes, saludamos a la iglesia de DIOS que está en Corinto, a los que han sido SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS y llamados a ser santos, junto con todos los que en todas partes INVOCAN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, SEÑOR SUYO Y NUESTRO. QUE LA GRACIA Y LA PAZ DE DIOS NUESTRO PADRE Y DEL SEÑOR JESUCRISTO SEAN CON USTEDES. Siempre doy gracias a mi DIOS por ustedes y por la gracia que él les ha dado EN CRISTO JESÚS. Porque en él ustedes fueron enriquecidos en todas las cosas, tanto en palabra como en conocimiento. Así se ha confirmado en ustedes el testimonio acerca de CRISTO, de tal manera que nada les falta en ningún don, mientras esperan la manifestación de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, el cual también los confirmará hasta el fin, PARA QUE SEAN IRREPRENSIBLES EN EL DÍA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO." (1Co 1:1-8 RVC)


ESTE ES UNO DE LOS TEMAS MÁS IMPORTANTES DE LA CARTA. En cada uno de estos versículos, PABLO MENCIONA A JESUCRISTO. El pueblo de DIOS es importante porque todo lo que es y lo que será es resultado de lo que DIOS HA HECHO POR EL EN LA PERSONA DE SU HIJO, y no como resultado de su posición social, sus privilegios o sus logros.


La razón por la cual agradece a Dios constantemente es para reconocer la gracia que DIOS ha dado en CRISTO JESÚS a los corintios. Esto ha traído como resultado un enriquecimiento de sus vidas en todos los aspectos. PABLO destaca un área crucial para la evangelización, la predicación y la enseñanza cristiana: en toda palabra y en todo conocimiento. Estos eran dones que CRISTO LES HABÍA OTORGADO. Por consiguiente, no les falta ninguno de los dones necesarios para el ministerio que realizan mientras esperan, no el fin de sus vidas a causa de algún acontecimiento inevitable, sino la manifestación de nuestro SEÑOR JESUCRISTO. En una sociedad donde los que no pertenecían a la elite eran considerados social y políticamente insignificantes, PABLO hace hincapié en la verdad de que CRISTO los confirmará para que sean irreprensibles en el día de nuestro SEÑOR JESUCRISTO (una expresión utilizada en el AT para referirse al día del juicio). Es imposible que ellos logren esto por su cuenta, pero el DIOS que los ha llamado a la comunión DE SU HIJO es totalmente digno de confianza, ya que no puede dejar de cumplir sus promesas. POR TANTO, NINGÚN HIJO DE DIOS DEBE ESTAR PARALIZADO EN EL SERVICIO CRISTIANO POR UN SENTIMIENTO INTERNO DE INFERIORIDAD O INCAPACIDAD, SINO QUE DEBE MIRAR A CRISTO QUIEN ES TOTALMENTE SUFICIENTE PARA SUPLIR SUS NECESIDADES.